Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) estudios realizados en distintos países indican que el porcentaje de conductores que tienen distractores al conducir ha aumentado a lo largo de los últimos 10 años. Los accidentes de tráfico (AT) son un problema mundial con mortalidad de 1,25 millones cada año.
Lo anterior indica que quienes realizan ambas actividades corren un riesgo cuatro veces mayor de sufrir cualquier tipo de accidente que cause lesiones o incluso la muerte.
Los distractores al conducir son muy frecuentes entre quienes se dedican a esta actividad, una de las que más requieren concentración para ser realizada. Sin embargo, algunos conductores no son conscientes del peligro que enfrentan cuando no mantienen las medidas propias para la seguridad vial.
La responsabilidad de quien está al volante implica que tanto él como las personas y vehículos a su alrededor, dependen de su concentración, atención y la toma de todas las precauciones para realizar su labor preservando la vida y la seguridad.
Más que leerlos, te recomendamos cumplir con ellos, para que tu personal a cargo se haga consciente de la responsabilidad que tiene al conducir un vehículo de la empresa que representa y más que eso, de su propia vida.
Estos son algunos de los 5 distractores al conducir más comunes:
Este elemento ocupa el primer lugar entre las estadísticas de accidentalidad, ya que hablar por teléfono y/o “chatear” son un factor de riesgo. Esta actividad afecta al conductor en tres niveles:
Al menos una de las manos del conductor se encuentra ocupada al momento de comer o tomar alimentos, lo cual es un riesgo inminente por no tener el control sobre el volante o la palanca de cambios; esto reduce su capacidad de reacción si se presenta algún tipo de imprevisto.
Además de eso, se debe tener en cuenta que mientras la comida realiza su proceso digestivo puede causar fatiga y somnolencia, así como reducción en la atención y reflejos.
Sucede cuando el conductor fija su atención en algo que está guardado en algún compartimento o se ha caído, perdiendo parcial o totalmente el control del volante, las palancas de cambios y la visibilidad hacia enfrente.
Conducir es una acción exigente y compleja que involucra al conductor de forma psicológica y física, para darle el dominio correcto a su vehículo y reaccionar de forma adecuada ante cualquier circunstancia.
Sin embargo, situaciones como el estrés, la ansiedad y las preocupaciones están inmersos en los distractores al conducir, pues cuando un conductor tiene bajo estado de ánimo está más propenso a originar situaciones de peligro.
5. Beber o fumar
Son dos situaciones que afectan la atención y la eficacia del conductor frente a su reacción, visualización y maniobrabilidad, sumado a que ambos son causantes de somnolencia.
Tomado de blog Carsync